La competencia con sostenibilidad

La sostenibilidad empresarial siempre ha estado en el centro de toda actividad económica. Durante mucho tiempo, una de sus patas, la sostenibilidad económica, fue la más importante. En la última década, sin embargo, la sostenibilidad social y la medioambiental han ganado peso hasta convertirse en un elemento central de cada vez más organizaciones.

Ante los retos ambientales y sociales que afrontamos como sociedad, la sostenibilidad es la respuesta adecuada y la única forma de asegurar que una actividad empresarial pueda sostenerse a largo plazo. Pero, además, la sostenibilidad empresarial es hoy un valor con el que diferenciarse de la competencia y, cada vez más, un elemento clave en las estrategias de las organizaciones.

Empresas con desarrollo sostenible: un valor diferenciado

“Debemos la mayor parte del progreso social del pasado al espíritu empresarial y a la capacidad de crear riqueza mediante nuevos modelos comerciales innovadores. Pero debemos repensar qué entendemos por capital y por sus impactos, ya sean financieros, ambientales, sociales o humanos”. Estas palabras del presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, resonaron con fuerza hace ahora un año, en pleno pico global de la pandemia por COVID-19.

Para el Foro, las empresas que busquen la sostenibilidad deberán perseguirla tanto a través de las llamadas métricas ESG (siglas en inglés que hacen referencia al desempeño medioambiental y social y la gobernanza de las organizaciones) o los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) fijados por las Naciones Unidas en su Agenda 2030.

Las primeras han ido evolucionando con el tiempo para responder a las demandas de la sociedad. El desempeño medioambiental de una empresa mide hoy sus esfuerzos por frenar la degradación del planeta, reducir las emisiones de gases que provocan el cambio climático y regenerar el entorno. Mientras, el social mide las acciones destinadas a aumentar la igualdad y respetar la diversidad, así como acabar con la pobreza.

En cuanto a los ODS de la ONU, la sostenibilidad empresarial pasa por perseguir todos y cada uno de ellos, pero priorizando aquellos que más encajen con la actividad económica que se desempeñe. Para el Foro Económico Mundial, sin embargo, hay dos que deben estar siempre en un lugar destacado:

  • ODS 9: Industria, innovación e infraestructura. Es decir, promover la industrialización inclusiva y sostenible, mejorar las infraestructuras, modernizar la industria y mejorar el acceso a financiación sostenible para todas las empresas.
  • ODS 12: Producción y consumo responsables. Este objetivo agrupo todo lo que tiene que ver con la gestión sostenible y un uso eficiente de los recursos y reducir todos los desechos, así como ser transparente con la información sobre sostenibilidad.

Ejemplos de empresas sostenibles

Cada vez hay más empresas que han hecho bandera de la sostenibilidad medioambiental y la han convertido en su valor diferencial, cumpliendo así con su compromiso con la sociedad y atendiendo las demandas de un consumidor más concienciado. Pero, ¿cómo conseguirlo? Estos son algunos ejemplos:

  • Apostar por la circularidad. Las empresas del sector alimentario, entre muchas otras, se enfrentan a la necesidad de reducir sus residuos cuando han construido buena parte de su negocio sobre los envases plásticos de un solo uso. Mejorar la recogida y el reciclaje, desarrollar materiales biodegradables o disminuir la necesidad del uso de envases son algunas de las acciones que están implementando.
  • Mejorar la sostenibilidad de la producción. Las empresas del sector de la moda, entre otras industrias, hacen un uso intensivo de recursos como el agua, la tierra (para cultivar fibras vegetales) o los productos químicos. Encontrar formas de ser más eficiente en todos los eslabones de la cadena productiva conllevará importantes ahorros y reforzará el compromiso de la empresa con la sostenibilidad.
  • Reducir emisiones. La lucha contra el cambio climático es hoy una prioridad para casi todos los gobiernos del planeta. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, asociados al transporte o al consumo energético, entre otros factores, debe ser también prioritario para las empresas sostenibles.

Sostenibilidad empresarial en 2022

La urgencia del cambio climático y su mayor tangibilidad y trazabilidad provoca que en ocasiones se desplacen otras cuestiones fundamentales como son los asuntos sociales, cuya complejidad se enfrenta a una serie de barreras como la falta de estandarización o la dificultad de asociarlo a un beneficio económico. Sin embargo, su calado es profundo a nivel social, empresarial y, en definitiva, para el progreso económico. Para que se ejecute con éxito, la recuperación económica debe tener en cuenta una transformación sostenible de las empresas.

La transformación de las empresas hacia un modelo responsable y sostenible exige poner a las personas en el centro

 El valor de estos intangibles determinará todavía más la sostenibilidad empresarial en el tiempo y será el factor que decante su predilección por parte de consumidores o inversores.

La sostenibilidad sigue ganando peso en el tejido empresarial y cada día son más las empresas que incorporan criterios ambientales, sociales y de buen gobierno en sus decisiones de negocio.

La sostenibilidad empresarial pretende lograr el equilibrio entre el aspecto social, económico y medioambiental dentro de una organización y, para ello, deberá existir un balance entre el crecimiento en el uso de los recursos humanos, materiales, financieros y naturales que conforman la organización.

Cómo garantizar la transformación sostenible de tu empresa

En la actualidad, la integración de la sostenibilidad en la estrategia de negocio se ha convertido en un factor vital para los líderes empresariales y, por tanto, alinear este concepto dentro de las organizaciones generará numerosos beneficios de cara a clientes, proveedores, inversores y frente a la sociedad en general y fortalecerá la imagen, la reputación y el cumplimiento de regulaciones y tratados dentro y fuera de las fronteras.

Para materializar con éxito la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la estrategia de la compañía, TÜV SÜD plantea 7 fases a tener en cuenta:

  • Fase 1. Análisis de Situación. Debemos partir del mapeo de la dirección de la cadena de valor, examinando cada segmento, tomando en cuenta el contexto, incluyendo las partes interesadas tanto internas como externas y sus expectativas en materia de ODS. El Análisis de Situación permite llevar a cabo el mapeo de alto nivel de la cadena de valor para identificar las áreas de impacto y riesgos relevantes tanto para las organizaciones como para sus grupos de interés.
  • Fase 2. Análisis de Materialidad. A partir de dicha herramienta identificaremos aquellos aspectos materiales que se consideren lo suficiente relevantes para estar sujetos a gestión o compromiso activo por parte de la organización basándose en dos dimensiones: influencia en los grupos de interés y consecuencias económicas, ambientales y/o sociales (factores internos y externos).

  • Fase 3. Plan estratégico. Se definirá las palancas estratégicas o focos de actuación para gestionar y controlar los posibles impactos generados en las operaciones de la organización a lo largo de toda la cadena de valor.
  • Fase 4. Plan de Acción. Establecer los objetivos y metas específicas para promover las prioridades de la empresa.
  • Fase 5. Integración. Integrar la sostenibilidad en todas las funciones. Pudiendo establecer consejos, comités, juntas, o grupos de trabajo de sostenibilidad formados por personas de diferentes unidades con el fin de integrar de manera transversal a todas las líneas del negocio desde en primer lugar, su alta dirección.
  • Fase 6. Formación y sensibilización a la plantilla en materia especifica de Sostenibilidad desde criterios ESG hasta los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

  • Fase 7. Verificación y Seguimiento. Realizar seguimiento de los procesos para verificar la correcta consecución de las medidas declaradas.
  • Fase 8. Informe de sostenibilidad. Elaborar el Informe de sostenibilidad para reportar la información sobre el grado de consecución y desarrollo de los ODS más relevantes y, por último, llevar a cabo distintas actividades para comunicar y difundir dichos logros.

Como lograr una Sostenibilidad Empresarial

La sostenibilidad empresarial son los esfuerzos que una empresa realiza para sostener su actividad económica, considerando factores sociales y medioambientales, y haciendo de su gestión, una acción responsable con los recursos.

¿Cuáles son los cinco principios que debe cumplir cualquier empresa que aspire a lograr la sostenibilidad de su negocio?

  1. Integridad del negocio: cualquier empresa que desee ser sostenible ha de operar con integridad, respetando las responsabilidades fundamentales en las áreas de derechos humanos, empleo, medioambiente y anticorrupción.
  2. Fortalecimiento de la sociedad: las empresas desarrollan acciones para apoyar a las comunidades en sus necesidades o apoyarlos en los problemas que les rodean.
  3. Compromiso del liderazgo: los líderes de las compañías deben enviar una señal fuerte a toda la organización acerca de que la sostenibilidad es importante y de que todas las responsabilidades cuentan.
  4. Informes de progreso: presentar informes sobre el desempeño a los grupos de interés de manera transparente y pública es fundamental para las empresas comprometidas con la sostenibilidad.
  5. Acción local: las empresas con operaciones y cadenas de suministro que se extienden por todo el mundo necesitan entender cada localización, esté donde esté, al margen de la sede, por lo que deben tener una perspectiva de la sostenibilidad a través de un lente local.

¿Cómo alcanzar la sostenibilidad empresarial?

En este sentido, la cultura organizacional juega un rol clave al instaurar prácticas internas sobre uso eficiente de los recursos, considerando todas las variables antes mencionadas.

La empresa debe tomar en cuenta la cadena de valor (entrada, procesos y salidas), también se debe considerar la evaluación constante de las acciones que significan gastos de recursos, a fin de mejorar y gestionarlos mejor, para así maximizar la eficiencia y con ello, la rentabilidad de la empresa.

Otro aspecto importante tiene que ver con cómo se comunica la sostenibilidad empresarial y cómo los consumidores y clientes validan que eso es así. Cuando las empresas logran transmitir con éxito sus acciones en pro de alcanzar una mejor sostenibilidad, los consumidores pueden cuestionarla, aceptarla y/o apoyarla.

En síntesis, desarrollar una actividad empresarial sostenible no es tarea fácil. Requiere de voluntad, talento en la gestión empresarial, y una mirada amplia y profunda sobre el entorno, que permita identificar los elementos que deben cuidarse durante el proceso productivo.

En GDI tenemos en mente que es un arduo trabajo, pero poco a poco nos hemos dado a la tarea de implementar las medidas necesarias para poder ser sostenibles, de una manera interna con nuestros colaboradores en sus labores diarias.

Nos preocupamos por el tener una empresa que sea amigable y responsable con el medio ambiente y todo lo que lo rodea. Somos el futuro y por ende debemos cumplir con todo aquello que cuide del bienestar empresarial y del ecosistema.