Trabajar desde casa si funciona

El trabajo remoto, teletrabajo, trabajo a distancia o home office, como se le llama coloquialmente en México, ha cobrado un gran protagonismo en el marco de la pandemia por COVID-19 y todo parece indicar que llegó para quedarse, ya que al menos 6 de cada 10 empresa planean mantener el esquema después de la pandemia.

Tras un confinamiento más largo de lo previsto, el home office ha pasado por varias etapas. En un principio vivimos entre la incertidumbre y la euforia por las videollamadas, el uso de las nubes, la comodidad de trabajar desde casa y la seguridad de no salir de un ámbito cuidado sanitariamente. Pero, con su cotidianidad, llegaron los excesos, el cansancio por estar largas horas en pantalla, las jornadas laborales indefinidas, los problemas por fallas técnicas o la vulnerabilidad de las plataformas.

Hacer home office en México tiene un impacto diferente para cada empresa, por ejemplo:

  • El 85% de las compañías considera que se ha conservado o elevado la productividad.
  • Mientras que el 82% de los colaboradores asegura que la comunicación en el equipo de trabajo se ha mantenido o ha mejorado.
  • Sin embargo, el 56% de los colaboradores menciona que no existe equilibrio entre las actividades personales y laborales

También entre los empleados ha ganado popularidad el home office, ya que 91% adoptaría este esquema después de la pandemia si estuviera disponible.

El home office representa una revolución industrial no únicamente por sus impactos económicos, sino también por su enorme potencial para impactar a nivel socio cultural (pensemos en términos de conciliación familia y trabajo o en términos de inclusión, en un mayor acceso al mundo laboral de mujeres y de adultos mayores), a nivel ambiental (pensemos en reducción de la movilidad y sus consecuentes efectos en índices de contaminación), entre otros.

El home office es una herramienta que muchas empresas seguirán implementando, para evitar contagios y poder resguardar a sus colaboradores. Otros por su parte prefieren seguir con el método tradicional de asistir a la oficina y en ocasiones poner en práctica esta estrategia.

 En caso de GDI al inicio de la pandemia los colaboradores realizaron home office, teniendo las reuniones a través de diversas aplicaciones, todos los días estaban en contacto constante para llevar a cabo las actividades de una manera organizada y actualizada.

Conforme el semáforo epidemiológico lo permitió se fueron retomando las  actividades de forma “normal” y ocasionalmente se recurre a hacer home office esto para cuidar a los integrantes.