Día de la Cero Discriminación

La asamblea General de las Naciones Unidas, estableció el 1° de marzo como el Día de la Cero Discriminación, el cual tiene como objetivo erradicar las conductas discriminatorias y celebrar el derecho de todas las personas, a vivir de una manera digna y plenamente, sin importar su género, lugar de origen, orientación sexual, lengua, discapacidad, religión, etc.

Todas las personas tienen talentos únicos, que pueden enriquecer a las sociedades y fortalecer a las comunidades, no importa lo diferentes que parezcan o sus gustos y preferencias, todos los seres humanos gozamos de los mismos derechos.

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El principal objetivo de este día es frenar los actos de discriminación que se pueden estar presentando en lugares de trabajo, escuelas, centros de salud, comunidades, etc.

Los esfuerzos se centran en educar en igualdad desde la infancia

 En Grupo GDI no distinguimos entre género, edad, intereses, orientación, religión, ni ningún otro tipo de condición. Creemos en las oportunidades para todas y todos, y en disfrutar de los talentos que surgen a partir de la diversidad. Celebramos más que el día de la igualdad de género, el poder vivir y trabajar con esta consciencia todos los días.

 Es importante que tomemos conciencia y trabajemos en los prejuicios que la sociedad ha construido a lo largo de los años, el cambio también está en cada uno de nosotros y podemos aportar nuestro granito de arena para que algún día podamos vivir dignamente.

El bienestar como tendencia

Los amplios debates sobre las acciones de salud pública para controlar la crisis sanitaria han dejado marcadas diferencias entre las decisiones políticas, económicas y humanitarias.

Con dos años de pandemia a cuestas, la sociedad de la inmediatez llega a un nuevo capítulo con un amplio desgaste que globalmente se deja ver en todas las áreas del desarrollo humano.

Los amplios debates sobre las acciones de salud pública para controlar la crisis sanitaria han dejado marcadas diferencias entre las decisiones políticas, económicas y humanitarias.

Alrededor del mundo, las olas y fases de la pandemia han dejado expuestos igualmente a gobiernos y organismos internacionales, y pareciera que la agenda global hoy se dicta desde nuevas trincheras y urgencias que antes se veían lejanas.

La realidad es que la reactivación económica y una notable mejora en el bienestar como concepto integral que consiga poner al ser humano al centro del desarrollo, urgen más que nunca.

Las batallas propagandísticas deberán quedar atrás para alcanzar objetivos realistas que nos permitan superar los obstáculos y retos que se asoman. La sobreinformación y la sobreexposición mediática han generado expectativas prácticamente inalcanzables incrementando el hartazgo entre la población mundial.

2022, como todos los años, traerá grandes retos, pero también importantes oportunidades y cualquiera que sea el escenario, eliminar la polarización, procurar un ambiente propicio para el desarrollo humano y la seguridad serán fundamentales para que el bienestar sea la tendencia central.

Geopolíticamente, hay temas importantes que no hay que perder de vista, desde las migraciones asociadas al cambio climático y el calentamiento global, como la estabilización política de regímenes que asumieron el poder a lo largo del ya extinto 2021, los desafíos comerciales asociados a la crisis de la cadena de suministros y la provisión energética, hasta la puesta en operaciones de acuerdos comerciales y económicos importantes que involucran a los mercados más grandes del mundo.

La innovación asociada al desarrollo tecnológico y el rediseño de los hábitos de consumo se centran en un solo objetivo: el bienestar. Así mismo, las guías del desarrollo organizacional priorizan estrategias de florecimiento humano, fortalecimiento del talento y reducción del burnout, buscando contribuir a la disminución de los factores de riesgo psicosociales causados por los contextos tóxicos dentro y fuera de las organizaciones.

En 2022, el ser humano deberá buscar más regresar a los conceptos básicos del desarrollo que los rebuscados discursos políticos que han nublado las conciencias poniendo los intereses políticos por encima de todo.

La tarea es ardua, pues es justamente la ventaja de la inmediatez lo que nos impide ver que no hay planeta B, que la vida y la salud es más importante que la demagogia y las acciones clientelares y que el bienestar es un grado de equilibrio y revalorización del ser humano, en el que la educación, la salud, la seguridad, la alimentación, la felicidad, la libertad y el derecho a la vida se procuran en cada una de las actividades, pero sobre todo, se concretan en acción colectiva, empatía y solidaridad.

Un consumo consciente y responsable

La forma en la que consumimos son la causa y la consecuencia de muchos problemas medioambientales que enfrenta hoy el planeta: la deforestación, la invasión plástica, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, por ello, las pequeñas decisiones que tomamos todos los días sobre qué comer, dónde comprar o cuánto gastar importan más de lo que creemos. 

El consumo responsable es un concepto que defiende que los seres humanos deben cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades reales y a las del planeta, y escogiendo opciones que favorezcan el medio ambiente y la igualdad social.

Algunos de los puntos a tener en cuenta en el consumo responsable son:

  • Considerar el impacto ambiental de los productos que compramos, valorando los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja el producto.
  • Determinar la huella hídrica que determinados estilos de vida y consumismo producen.
  • Determinar empresas, productos y servicios, que respeten el medio ambiente y los derechos humanos.
  • Asegurar la calidad de lo comprado

Un consumo consciente y responsable, orientado al fomento de actividades satisfactorias para la naturaleza y las personas es una gran contribución y un decisivo instrumento de presión frente al mercado.

Un consumidor responsable es una persona informada y consciente de sus hábitos de consumo, conoce y exige sus derechos como consumidor, busca la opción de consumo con el menor impacto negativo posible sobre el medio ambiente y con un efecto positivo en la sociedad. Esta manera responsable de consumir se traduce en muchos pequeños actos y decisiones diarias.

Razones para promover el consumo responsable

Hay muchas razones por las que deberíamos impulsar el consumo responsable, como:

  • Solidaridad y respeto hacia todas las personas implicadas en los procesos de producción de los productos o la prestación de servicios que disfrutamos. No solo debemos preguntarnos qué efecto tiene mi consumo en mí, sino también qué efecto tiene en los demás.
  • Proteger el medio ambiente y dejar a las generaciones venideras un entorno saludable. Conscientes del impacto medioambiental y los residuos que provoca nuestro consumo, no solamente pensamos en el momento en el que disfrutamos del producto o servicio, sino también en el antes y el después.

En GDI implementamos el consumo responsable, tanto de manera interna como externa. Buscando que todas las  partes de la cadena de producción, venta y distribución cuiden el medio ambiente.

Somos una empresa que tiene reconocimientos que avalan que somos una empresa Socialmente Responsable, ya que, contamos con productos sustentables, procuramos que nuestra producción sea limpia y no dañe el medio ambiente.

Estamos comprometidos a seguir con nuestra calidad de servicio sin dañar el medio ambiente. Te brindamos lo necesario para que formes parte de un consumo responsable.