La ansiedad y depresión en alza por pandemia

Debido al impacto de la emergencia sanitaria, México ocupa la primera posición entre los países de la OCDE con los mayores niveles de ansiedad. En casos de depresión, se registró el aumento más grande entre todas las economías medidas.

Antes de la emergencia sanitaria por la covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya estimaba que en México el 75% de la fuerza laboral padecía estrés. Después de 18 meses de pandemia, la realidad no es distinta e incluso los daños en la salud mental de los trabajadores se acentuaron debido a temas como la pérdida de empleo, jornadas laborales largas o sobrecargas de trabajo.

La pandemia y sus efectos en la vida laboral y personal llevaron a México al primer lugar entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con más niveles de ansiedad. Previo a la crisis sanitaria, el 15% de la población de nuestro país experimentaba este padecimiento, esa proporción se elevó al 50% un año después.

“Estar sin trabajo durante 2020 aumentó los riesgos para la salud mental. La evidencia muestra que las personas empleadas tienen menos probabilidades de informar síntomas de depresión y ansiedad que las personas desempleadas”, destacó la OCDE en su informe sobre políticas públicas en respuesta al coronavirus.

En México la pandemia destruyó más de 12 millones de puestos de trabajo al inicio de la emergencia sanitaria. Y aunque el mercado laboral se ha recuperado gradualmente, aún hay miles de personas que no han logrado incorporarse a una actividad productiva y diversos estudios confirman que el panorama tampoco ha sido el óptimo para quienes se quedaron activos en el empleo pues se incrementaron la demanda de trabajo y las jornadas laborales.

En síntomas de depresión el panorama es similar al de la ansiedad. Antes de la pandemia este padecimiento afectaba al 3% de la población, la emergencia sanitaria elevó la proporción al 27.6% y de esta manera nuestro país pasó del lugar 13 a la tercera posición entre las economías que integran la OCDE en esta medición, el aumento más alto en todo el grupo.

“La calidad de tus relaciones es lo que determina tu bienestar de largo plazo y este tema de estar encerrado genera estrés por no poder estar con personas cercanas que estaban enfermas o en proceso terminal. Tenemos que ver el tema de una forma holística para ver los impactos en la organización”, expuso Alberto Mondelli, director senior de Willis Towers Watson en América Latina.

En ese sentido, el especialista señaló que las afectaciones en salud mental, como lo son la ansiedad o depresión, se traducen en mayor ausentismo y presentismo de los trabajadores. En el primer caso, se trata de trabajadores que no tienen la energía para realizar sus tareas y eso genera pérdida de días laborales; en el segundo, son personas que están en el trabajo, pero mentalmente están concentrados en otras cosas, como problemas financieros.

“En general, los países registraron tendencias muy similares en el bienestar mental, que mostraron un grado considerable de correlación tanto con el rigor de las políticas para contener la pandemia como con el número de muertes por covid-19”, indicó la OCDE en su informe.

En este contexto, Mauricio Reynoso, director general de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), pidió a las empresas reflexionar si realmente es necesario que las personas retornen al centro de trabajo o pueden continuar laborando desde casa. “Es una enorme responsabilidad”, puntualizó.

La exposición al virus que tiene la fuerza laboral tan sólo en los traslados a la oficina no sólo eleva el riesgo de contagios, subrayó Mauricio Reynoso, también puede perjudicar la salud del activo más importante para las organizaciones: las personas.

¿SE PUEDE MEJORAR?

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) indicó que el impacto negativo de la pandemia en la salud mental puede enfrentarse con políticas integradas e intersectoriales enfocadas a la atención puntual de los padecimientos.

“La recomendación, resultado del trabajo de la OCDE sobre salud mental y trabajo, sugiere que a través de la intervención temprana en las políticas de juventud, lugar de trabajo y bienestar, los resultados sociales, educativos y del mercado laboral de las personas que experimentan problemas de salud mental se puede mejorar. Este enfoque basado en el reconocimiento temprano y los servicios integrados es cada vez más importante”, expuso el organismo.

Hosanna Rodríguez expuso que el panorama actual demanda mayor empatía de las empresas con sus trabajadores y un acompañamiento en los procesos para superar las afectaciones en la salud mental.

“No es fácil que alguien reconozca que alguien tiene un problema en su salud mental, por eso hay que promover que la atención en salud mental implica poder externar lo que nos está pasando y ayudar en todo el entorno biopsicosocial del trabajador”, subrayó la presidenta de la Fenastac.

Por su parte, Alberto Mondelli recordó que durante la pandemia uno de los programas más usados por las empresas en este tema fue el acompañamiento para el duelo, seguido de atención médica vía remota, cursos en habilidades socioemocionales y estrategias para tratar afectaciones mentales severas.

 

Retos para RH en el 2022

Especialistas prevén que durante el próximo año los desafíos para las áreas de capital humano estarán vinculados con la experiencia del empleado, la capacitación de los colaboradores y la diversidad e inclusión

Después de casi dos años de pandemia, las lecciones en materia de gestión de talento son muchas y el 2022 será el escenario en el que estos aprendizajes deben aterrizarse en acciones concretas. Desde la experiencia del empleado hasta el reentrenamiento de la fuerza laboral, las áreas de Recursos Humanos tienen una lista de retos importantes el siguiente año.

Olivia Segura, socia de Asesoría en Capital Humano y Cambio Organizacional de KPMG México, afirma que uno de los mayores retos en gestión de talento para el siguiente año está vinculado con hacer parte de la estrategia de negocio los temas de diversidad e inclusión y no sólo limitarlo a un asunto de responsabilidad social.

“Cuando Recursos Humanos está consciente de la importancia de la diversidad, la inclusión y la equidad entre la fuerza de trabajo, define una propuesta de valor donde la gente percibe esta inclusión, vive esta diversidad y equidad en las oportunidades de desarrollo”, expone la especialista.

Pero ese no es el único desafío, la emergencia sanitaria por la Covid-19 también impactó en las expectativas e intereses de los colaboradores, incrementando la importancia en temas como la salud mental y física o la flexibilidad. En ese sentido, Olivia Segura considera que uno de los retos en 2022 es rediseñar la experiencia del empleado.

“Las empresas líderes en Recursos Humanos están actualizando su propuesta de valor para que obedezca a la diversidad de la fuerza laboral, para que obedezca a esta experiencia distinta que cada uno de los colaboradores quiere vivir en las empresas y, sobre todo, que están solicitando para mantenerse comprometidos con la organización”.

Gerardo García Rojas, director de consultoría en Compensaciones de Mercer México, coincide en la importancia de replantear la experiencia del empleado durante el 2022. Antes de la pandemia, medir el compromiso era una prioridad, pero a partir del próximo año, esto no será suficiente.

“Si hoy en los negocios estamos en una economía de experiencias eso se tiene que trasladar a la experiencia del empleo desde cómo me tratan desde que estoy aplicando las pruebas para entrar, además de pensar cuáles son las necesidades que tiene cada individuo de los diferentes segmentos a los cuales pertenecen. El rol de Recursos Humanos es poder facilitar la experiencia del empleado para garantizar que la satisfacción permanezca y se atraiga al mejor talento”, afirma.

Además, el uso de Inteligencia Artificial y herramientas para el análisis de datos serán fundamentales para predecir comportamientos de los empleados y diseñar distintas experiencias acordes a los intereses y necesidades de cada generación. En ese sentido, García Rojas opina que la fuerza laboral valora los espacios empáticos, enriquecedores, con sentido de pertenencia y eficientes, elementos que deben considerarse en la oferta de valor.

Para Patricia Barra, head of Wealth de AON para América Latina, el rediseño de los paquetes de compensación es uno de los mayores desafíos en materia de gestión de talento porque los elementos más valorados por los trabajadores han cambiado a raíz de la pandemia.

“La pandemia nos ha enseñado que cada uno de nosotros somos diferentes y tenemos necesidades totalmente diferentes. Hoy los esquemas de compensación total se quedan cortos porque en muchas empresas son rígidos o han sido diseñados sin considerar las distintas necesidades de los colaboradores”, subraya la especialista.

En 2022 las organizaciones deben preguntarse qué tan diversos son sus esquemas de compensación. En ese tenor, los programas deben ser más flexibles con beneficios que atiendan los distintos intereses de los empleados.

 

El futuro del trabajo

No todos estos cambios afectan a todos los trabajadores y profesiones por igual. Por ejemplo, conceptos como el teletrabajo es algo que no trasciende en sectores como logística, seguridad o la atención médica.

En los últimos años, el entorno laboral ha cambiado de la noche a la mañana. Cuestiones como la ciberseguridad o la flexibilidad que permite el teletrabajo hace que muchas empresas se replanteen las fórmulas que utilizan para incentivar la productividad en sus plantillas. Esto también ha hecho que nos adaptemos a estos nuevos parámetros para lograr encajar un equilibrio entre nuestra vida personal y nuestras obligaciones. A pesar de que este punto de inflexión no ha hecho más que empezar, no afecta a todas las profesiones por igual. Por ejemplo, conceptos como el teletrabajo es algo que no trasciende en sectores como logística, seguridad o la atención médica.

TELETRABAJO Y PRESENCIALIDAD

Nuestro espacio de trabajo se ha dividido en tres entornos principales: la oficina central, las delegaciones descentralizadas y una fórmula mixta entre ambos mundos basada en el teletrabajo. Lo más posible es que las empresas tengan que decantarse por un modelo u otro y comunicárselo a sus trabajadores, ya que el espacio físico en el que se acude a trabajar está cambiando. Según un estudio de KPMG, debido a la pandemia del coronavirus, el 69% de las grandes empresas esperaban una disminución general en la cantidad de espacio físico de oficina que emplean.

Esto ha hecho que los trabajadores trabajen en remoto con una mayor frecuencia que antes, hasta el punto que hay firmas en las que se ha eliminado la presencialidad por completo y únicamente requieren de un espacio presencial para atender a sus clientes. Según un informe de Loom, una popular plataforma de mensajería, el 90 % de los empleados que participaron en la encuesta están más satisfechos con la libertad que tienen ahora para trabajar desde casa.

REFUERZO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL 

Según predice el Foro Económico Mundial en un estudio, los procesos de automatización crearán un total de 97.000.000 de nuevos puestos de trabajo para el próximo año 2025. Esto hace que los roles de los trabajadores cambien para adaptarse a las funcionalidades que cubren estas nuevas tecnologías en desarrollo. La Inteligencia Artificial (IA) se caracteriza por ejecutar funciones repetitivas que previamente realizaba un empleado.

Aun así, siempre se necesitará la supervisión humana para controlar a estas máquinas y hay cuestiones que nunca podrán ser suplidas por una máquina de forma total. Esto pasa por la creatividad, imaginación, estrategias o desarrollo de la inteligencia emocional entre otros muchos. Sin embargo, en parámetros como la estadística o el análisis de datos los expertos se podrán beneficiar cada día más de la aplicación de las capacidades de esta tecnología.

SALUD MENTAL 

Con la pandemia ciertas dimensiones que afectan a la vida de los trabajadores han adquirido una gran relevancia. Las estrategias de salud mental y bienestar adquieren una importancia vital dentro de las empresas. Muchas firmas están tratando de asumir una mayor responsabilidad para ayudar a su plantilla a mantener el bienestar físico y mental a través de la flexibilidad. Es por lo que para este próximo 2022 grandes entidades asuman estos procesos como algo inherente a su trabajo del día a día.

OPTIMIZACIÓN DE LOS ROLES

A pesar de que la jerarquía es algo que siempre han caracterizado a las empresas, cada día las plantillas incorporan a trabajadores con un dominio y competencias bastante parecidas entre ellos. Estas «estructuras planas» tienen como objetivo impulsar las ventajas estratégicas por las que funciona la propia entidad. Centrándose en el perfil del trabajador y sus habilidades, muchas empresas toman decisiones de forma conjunta suponiendo todo un éxito. Al centrarse en las habilidades, las empresas abordan la toma de decisiones como una clave fundamental en su éxito.

SEGUIMIENTO Y ANÁLISIS DEL EMPLEADO

Existen empresas que se dedican de manera directa a ello. Sus servicios se centran en el rastreo de la actividad de los correos electrónicos de los empleados o el monitoreo de la productividad del trabajador; especialmente en entornos regidos por el teletrabajo. Además, algunos productos, analizan los movimientos físicos de las personas dentro de una oficina para rastrear la frecuencia en la que se tomaban los descansos para ir al baño o la cantidad de tiempo que pasaba la plantilla hablando. A pesar de la invasión de la privacidad que supone por parte de una empresa, juegan un papel fundamental la productividad.

Tu cuerpo y mente después de COVID

La pandemia de la COVID-19 probablemente ha cambiado mucho la manera en que vives tu vida, y con esto ha traído incertidumbre, rutinas diarias alteradas, presiones económicas, y aislamiento social. Quizás te preocupes por enfermarte, por cuánto tiempo durará la pandemia, y qué nos traerá el futuro.

Durante el confinamiento por COVID-19 quizás sentiste estrés, ansiedad, miedo, tristeza, y soledad. Es posible que empeoren los trastornos de salud mental, incluyendo la ansiedad y la depresión.

Existen encuestas que muestran un aumento de importancia en el número de adultos en los Estados Unidos que reportan síntomas de estrés, ansiedad, y depresión durante la pandemia comparado con las encuestas previas a la pandemia. Algunas personas han aumentado su consumo de alcohol o drogas, pensando que pueden ayudarlos a afrontar sus miedos sobre la pandemia. En realidad, consumir estas sustancias puede hacer que empeoren la ansiedad y la depresión.

Las personas con trastornos de consumo de sustancias, especialmente aquellas adictas al tabaco y a los opioides, probablemente tendrán peores resultados si contraen la COVID-19. Esto se debe a que estas adicciones pueden dañar la función pulmonar y debilitar el sistema inmunitario, lo que causa afecciones crónicas como enfermedades cardíacas y pulmonares, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves de la COVID-19.

Por todas estas razones, aprende estrategias para autocuidado y busca el cuidado que necesitas para ayudarte a afrontar esta situación.

MEDIDAS DE AUTOCUIDADO

Las medidas de autocuidado son buenas para tu salud física y mental, y pueden ayudarte a tomar control de tu vida. Cuida tu cuerpo y tu mente, y conéctate con otros para beneficio de tu salud mental.

Cuida tu cuerpo

Presta atención a tu salud física:

  • Duerme lo suficiente. Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días. Sigue tu horario normal, aun si estás quedándote en casa.
  • Haz actividad física de manera regular. La actividad física regular y el ejercicio pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Encuentra una actividad que incluya movimiento, como danza, o aplicaciones para ejercicio. Sal al aire libre en un área donde sea fácil mantener la distancia de otras personas, como un sendero natural o tu propio patio.
  • Come de manera saludable. Elige una dieta bien balanceada. Evita comer comida basura y azúcar refinada. Limita la cafeína, ya que puede agravar el estrés y la ansiedad.
  • Evita el tabaco, el alcohol y las drogas. Si fumas tabaco o si vapeas ya estás a un riesgo mayor de enfermedades pulmonares. Como la COVID-19 afecta los pulmones, tu riesgo aumenta aún más. Beber alcohol para hacer frente a la situación puede empeorar las cosas y reducir tu capacidad de afrontamiento. Evita tomar drogas como medio de afrontamiento a no ser que tu médico te haya recetado medicación.
  • Limita el tiempo frente a las pantallas. Apaga los dispositivos electrónicos por algún tiempo todos los días, y hazlo también 30 minutos antes de dormir.

Cuida tu mente

Reduce los desencadenantes de estrés:

  • Mantén tu rutina normal. Mantener un horario regular es importante para tu salud mental. Además de mantener una rutina regular también toma algún tiempo para hacer actividades que disfrutes. Este procedimiento puede hacerte sentir que tienes más control.
  • Mantente ocupado. Una distracción puede alejarte del ciclo de pensamientos negativos que alimentan la ansiedad y la depresión.
  • Concéntrate en los pensamientos positivos. Elige enfocarte en las cosas positivas en tu vida en lugar de hacerlo en qué mal te sientes. Considera comenzar cada día haciendo una lista de las cosas por las que estás agradecido. Mantén un sentido de esperanza, esfuérzate en aceptar los cambios cuando se presentan, y trata de considerar los problemas en perspectiva.
  • Usa tus valores morales o tu vida espiritual como apoyo. Si tus creencias te dan fuerza, pueden brindarte consuelo en momentos difíciles.

En GDI buscamos que todos nuestros colaboradores se sientan bien, no solo en el entorno laboral sino también consigo mismos, estamos al pendiente de su salud, brindamos apoyo y asesorías para que puedan seguir con un entorno mucho más amigable y sano.

Cuidarnos es lo primordial, dentro y fuera de la empresa la salud es esencial.

Hacer frente al estrés y trabajar de forma productiva

En la actualidad muchas personas pasan gran parte de su vida adulta en el trabajo, es por esta razón que las empresas deben tener en cuenta que el entorno laboral de sus empleados vele por su bienestar mental.

¿QUÉ ES SALUD MENTAL?

Para la Organización Mundial de la Salud, la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona, puede desarrollar sus capacidades, hacer frente al estrés normal de la vida y trabajar de forma productiva.

El objetivo de las empresas debe centrarse en los factores que mejoran el bienestar de sus trabajadores, para no conducir a las personas a padecer de problemas de salud física y mental, absentismo, pérdida de productividad, lo cual conlleva a altos costos de atención de la salud.

CAUSAS DE RIESGO PARA LA SALUD MENTAL DE LOS TRABAJADORES

Los principales factores de riesgo en el entorno laboral que provocan la presencia de problemas y trastornos mentales son:

  • Cargas de trabajo excesivas, exigencias contradictorias y falta de claridad de las funciones que debe desempeñar.
  • Comunicación ineficaz, poco asertiva y falta de apoyo por parte de directivos o los compañeros.
  • Intimidación y críticas que pueden generar frustración y sentimientos de temor y rabia, acoso psicológico y sexual.
  • Condiciones laborales inadecuadas, tales como oficinas con espacio físico reducido, escasez de luz natural y mala ventilación contribuyen en la aparición de estrés y tensión.

Por consiguiente, es claro que el estado de ánimo puede afectar notablemente los resultados laborales, y por esta razón, es indispensable tener un buen ambiente en el trabajo, ya que esto influirá directamente en la productividad de las personas en su lugar de trabajo.

Las empresas pueden aplicar muchas medidas eficaces para promover la salud mental en el lugar de trabajo, aumentar con ello la productividad y al mismo tiempo mejorar la calidad de vida de sus trabajadores, quienes pasan el mayor tiempo de su día a día con sus jefes, colegas y compañeros.

ES IMPORTANTE PARA MEJORAR LA SALUD MENTAL:

  • Conocer las necesidades de cada trabajador y sus capacidades para así desarrollar normas que contribuyan a la mejora de la salud mental.
  • Explicar a todos sus empleados a quién y a dónde recurrir cuando necesiten pedir ayuda.
  • Crear espacios que permitan a sus empleados crecer profesionalmente.

Gracias a las nuevas tecnologías y el creciente acceso a Internet, se le podrá permitir trabajar a distancia y casi a cualquier hora del día o de la noche, contribuyendo a sus necesidades personales.

En GDI buscamos que los colaboradores tengan una integra salud mental, ya que velamos por su comodidad, buscando que tengan un excelente ambiente laboral y buscando siempre cumplir con sus necesidades laborales.

Contamos con apoyo y buzones donde ellos pueden solicitar ayuda y así cubrir sus necesidades y estar al tanto de sus intereses.

Un buen liderazgo para nuestro rendimiento y nuestra propia salud.

El liderazgo es un talento muy especial: el talento para influir decisivamente en los demás a través de la credibilidad, de nuestra autenticidad. No estamos hablando de un rol, de ser jefe, sino de ganarnos la confianza y el compromiso de los demás, empezando por nuestro liderazgo interno.

¿Qué podemos hacer para gobernarnos mejor? Empecemos por interiorizar una serie de hábitos neuro-saludables, beneficiosos para nuestro cerebro. El cerebro humano es el órgano más fascinante del universo, el de mayor potencia. Sin embargo, también es el órgano más vulnerable. Más allá de lo heredado, el temperamento, tenemos una gran capacidad (si queremos) de aprender, de entrenarnos, de desarrollar nuevos hábitos.

Más concretamente, el liderazgo, desde la neurociencia, nos enseña que hay nueve hábitos o comportamientos repetidos que deberían configurar nuestra “segunda naturaleza”, en palabras de Aristóteles. Estas pautas se dividen en tres bloques:

A) HÁBITOS DE DIRECCIÓN:

Activar el propósito, el para qué, el sentido para inspirarnos personalmente e inspirar a los demás. “El liderazgo es la intersección entre visión y valentía”.

Elegir lo que pensamos. Los humanos corremos el riesgo de dispersarnos y de darle demasiadas vueltas a las cosas. Dejarlas para más adelante, la procrastinación, lleva a la ansiedad, por eso debemos elegir la idea que más nos conviene.

Visualizar lo que queremos conseguir, desde la imaginación, las expectativas, las profecías que queremos que se cumplan, y suelen hacerlo. Nuestro cerebro procesa más rápido las imágenes que las palabras. 

B) HÁBITOS DE CUIDADO:

Relajar la mente, que nunca está quieta, a través del mindfulness y el sueño reparador. El estrés negativo ataca al cerebro y lo destruye materialmente. La falta de sueño provoca fiebre y catarros a corto plazo y a largo mata, reduciendo drásticamente la esperanza de vida.

Alimentar bien el cerebro evitando los venenos blancos. La nutricionista australiana Catherine Itsiopoulos recomienda dieta mediterránea y equilibrio. Hay que tener cuidado con el azúcar (no debería alcanzar el 10% de la ingesta calórica, según la OMS), la sal, la harina y los lácteos.

Practicar el ejercicio adecuado. El ejercicio desarrolla el hipocampo, clave para la memoria y el aprendizaje. Debemos practicar al menos dos horas y media semanales de actividad moderada.

C) HÁBITOS DE DESARROLLO:

Conversar con personas tónicas y no tóxicas. La soledad mata y los seres tóxicos nos vampirizan. Una buena conversación nos mejora como personas y como líderes. 

Contagiarnos del optimismo inteligente. Como estilo explicativo de la realidad, el optimismo beneficia a nuestro cerebro y el pesimismo nos vuelve indefensos, lo que afecta al sistema inmune que nos defiende de los virus. 

Aprender continuamente desde la voluntad: lecturas frecuentes, curiosidad permanente, deseo de saber más y de forjar nuestro carácter. El liderazgo que no se aprecia se deprecia.

Más allá de conocer estos hábitos, que pueden parecer de sentido común, debemos reconocer nuestras fortalezas y oportunidades de mejora, para mantener aquellas y aprovechar estas. Si es acompañado de un coach, mejor. Practicar los hábitos neurosaludables nos dará más y mejor vida.