Empresas latinoamericanas apuestan por la sostenibilidad

De una encuesta realizada a 450 CEOs, el 60% afirma que tienen una afinidad importante con temas como igualdad de género, economía circular, cambio climático y fuerza laboral del futuro.

La sustentabilidad y la economía circular, que hace algunos años eran prácticas casi ignoradas, escalaron rápidamente entre las prioridades de las empresas más destacadas de América Latina y el mundo, y llegaron a posicionarse dentro de los aspectos a los que se les presta más atención en la actualidad.

Además, el 45% de los líderes de empresas de Argentina, Brasil, Colombia y México dijeron que ya cuentan con una estrategia de sostenibilidad en sus organizaciones; y un 22% dijo estar trabajando en una, colocando este tema como agenda prioritaria entre las corporaciones de la región.

De las respuestas de los CEO surge que la sostenibilidad no es vista como un «programa independiente» sino como un tema transversal o multidisciplinario, una forma de abordar los negocios.

Fuente: SAP Business One
Fuente: SAP Business One

Hoy se hace difícil no asociar la rentabilidad y el desarrollo económico de una empresa con su política de sustentabilidad. No solo porque un negocio sustentable es aquel que va a poder sostenerse en el largo plazo, sino por varios motivos más: la preferencia de los clientes para elegir productos y marcas, atracción de talento y cumplimiento regulatorio. En todos estos ámbitos, una empresa sustentable tendrá ventajas por sobre una que no lo es.

En el caso de la industria textil, que es la segunda industria más contaminante del mundo después de la petrolera, lograr un balance entre la naturaleza y la producción de textiles es primordial.

La tendencia actual es desarrollar textiles y materiales que provengan de desechos orgánicos. Además, las empresas textiles están adoptando nuevas prácticas como tomar en cuenta el ciclo de vida, evitar experimentar con animales y alineando su operación diaria hacia un estilo de vida sostenible y colaborar contra el cambio climático. En México, los textiles se reciclan apenas un 0.5% al año; en promedio cada persona tira a la basura 3 kg de ropa, de los cuales sólo se recuperarían 15 gramos. Es por esto que es importante innovar con telas orgánicas que disminuyan el índice de contaminación.

En GDI contamos con proyectos sustentables que buscan reducir el impacto ambiental de nuestra empresa y la de nuestros socios comerciales.

Programa de Prendas Recicladas:

Son confeccionadas con telas fabricadas a partir de botellas PET, que es una de las maneras más convenientes de reciclar las botellas plásticas. Además, a niveles prácticos no hay ninguna diferencia entre el poliéster tradicional y el reciclado.

Durante el proceso de reciclado se reconstituye la fibra a nivel molecular y por tanto el poliéster reciclado es igual de resistente, durable y tiene las mismas propiedades que el virgen. En lo que sí se diferencian ambos poliésteres es en su impacto medioambiental; el PET tiene un impacto ambiental muchísimo menor al poliéster tradicional.

Programa de Prendas Regeneradas:

Son confeccionadas con telas fabricadas a partir de textiles reciclados; es decir, son elaboradas a partir de residuos regenerados de prendas de algodón post consumo.

Las fibras naturales como la lana y el algodón pueden reciclarse mecánicamente, pero el proceso disminuye la longitud y la calidad de las fibras, razón por la cual es necesario agregar fibras vírgenes. Éstas últimas sirven como suplemento, ya que actualmente no es posible incluir el 100% de materiales reciclados en prendas.

Programa de Destrucción de Prendas Controlado:

Con este servicio, evitamos que los uniformes post consumo tengan un impacto negativo en el planeta y en la imagen corporativa de nuestro cliente. La intención es evitar que los uniformes de nuestros clientes sean desechados, contaminando el medio ambiente o que lleguen a manos de alguien ajeno a la empresa, dañando su imagen corporativa.

El programa inicia con la recolección de los uniformes por parte de GDI o el envío por parte del Cliente. Después, se inicia un proceso de destrucción de prendas, asegurando que se evite el mal uso de los uniformes obsoletos. A los clientes se les otorga evidencia fotográfica y documento certificando la destrucción del total de las prendas. El material resultante se reprocesa para generar nuevos sub-productos, que se utilizan como tejidos para alfombras, hilaturas para tapicería, entre otras cosas.