Una herramienta única capaz de proveer información

La contingencia global actual ha sacudido el modelo operativo de las empresas de diversos sectores. Esto nos enfrenta a una realidad antes impensable para muchos y para la que muchos de los negocios no habían desarrollado capacidades suficientes.

Desde una perspectiva empresarial, el impacto de la pandemia ha dejado a las compañías en distintas posiciones:

  1. Negocios que han perdido relevancia e incluso viabilidad de manera repentina
  2. Sectores con estructuras inestables y vulnerabilidades sostenibles a corto plazo, y que requieren transformarse para volver a cobrar relevancia
  3. Grupos de negocios cuya recuperación estará estrechamente ligada al restablecimiento de la economía
  4. Empresas en las que los cambios estructurales han acelerado su crecimiento

 Los sectores que prevén mayores pérdidas en 2021 son:

  1. Hotelería y turismo
  2. Outsourcing
  3. Medios de comunicación

En contraste, los que esperan tener ingresos mayores o iguales a los de 2019 son:

  1. Salud
  2. Electrónicos / software
  3. Consumo / retail.

Ante este contexto, temas como la digitalización de servicios y la automatización de procesos se escuchan más como una urgencia que como un proyecto de vanguardia.

En cualquier escenario, es relevante revisar la estrategia y los elementos esenciales del modelo a implementar, para acelerar iniciativas de transformación que permitan explotar las ventajas actuales, crear nuevas, reducir desventajas e incluso rediseñar modelos. 

La gestión de riesgos surge como una herramienta única capaz de proveer información sobre temas externos e internos y su influencia favorable o desfavorable para el negocio. Esta situación reta a los líderes de estas iniciativas, ya que deben abordarlas con enfoques de pensamiento distintos a los utilizados antes de la crisis sanitaria, con un nivel de profundidad y claridad que conduzca a crear iniciativas, reforzar las actuales, y sobre todo promover la acción coordinada en todas las capas de gestión y desde todos los pilares del negocio: estratégico, operativo, y de recursos humanos.

Para lograr dicha estrategia vale la pena analizar cómo quedó el “terreno”, los pilares que considerábamos relevantes y, sobre todo, el nivel de influencia de aspectos externos como: mercado para nuestros productos, nuevos hábitos de consumo, nuevas regulaciones, nuevos requerimientos de salud y seguridad, cadenas de abasto y fuentes de financiamiento, entre otros.

Asimismo, valdrá la pena mantener en constante monitoreo la dirección que toman las distintas zonas del modelo operativo y las cualidades a mantener y desarrollar para seguir los objetivos de la empresa. Aspectos como:   

  • La disponibilidad y calidad de recursos en la cadena de suministro
  • La capacidad de los propios procesos de producción
  • Digitalización y automatización de procesos
  • Experiencia del cliente
  • Seguridad física de infraestructura
  • Disponibilidad de recursos tecnológicos y ciberseguridad
  • Salud y seguridad del talento
  • Flexibilidad en esquemas de trabajo 

Modelos dinámicos de análisis de riesgos

Será importante estructurar modelos dinámicos de riesgos que analicen la evolución de riesgos actuales, estudien potenciales vínculos entre riesgos y el impacto que en combinación pueden tener en la organización. Modelos que incluyan como parte natural del proceso el mantenerse alerta ante riesgos emergentes; así como el análisis de oportunidades de negocio que surgen en entornos cambiantes como los que ya vivíamos y cuyo dinamismo se agudizará.

Enfoque integrado en la gestión

Que el modelo de gestión de riesgos conduzca a una dinámica de ejecución operativa integrada en todos sus elementos y en todas sus capas de gestión será relevante para lograr un mayor grado de flexibilidad en la operación, y así incrementar las posibilidades de lograr objetivos en entornos cambiantes.

 

Un programa de gestión de riesgos adecuado sería una herramienta útil para mantener el rumbo del negocio en un entorno cambiante e incierto, además de encender los motores adecuados en la ejecución de la estrategia para aprovechar ventajas estratégicas, reforzar zonas de gestión fundamentales e incluso reconfigurar el modelo operativo. En este escenario, el liderazgo del Consejo de Administración será esencial para obtener los mayores beneficios del programa.

¿Debo utilizar el aprendizaje en línea?

El E-learning o aprendizaje en línea es una tendencia que cada vez cobra mayor relevancia, debido a las múltiples ventajas que ofrece tanto para empresas como para individuos.

En medio de un contexto que ha potencializado el rol de la tecnología en nuestras vidas, ha quedado clara la importancia de la educación en línea.

El E-learning llegó como una alternativa a los sistemas de educación tradicional que se han caracterizado históricamente por tener inequidades basadas en género, raza, ubicación geográfica, ingreso y cultura.

En México se conjuntan elementos que hacen de esta modalidad de educación una alternativa ideal para diversos sectores de la población. En primera instancia, hay que destacar que la adquisición de conocimiento es un proceso que nunca termina; aprender, en cualquiera de sus modalidades, continúa toda la vida sin importar el nivel educativo oficial que alcance un individuo.

Sin embargo, de acuerdo con la SEP, de 100 niños que ingresaron a primaria en 2002, sólo 47 terminaron su educación media superior (bachillerato), cuya tasa de abandono en el ciclo 2017-2018 fue del 14.5%, casi la misma que se ha registrado durante los últimos 10 años. En este sentido, destacan factores como la pobreza, la falta de interés y el bajo desempeño escolar, como los principales motivos de deserción.

Es comprensible que la falta de oportunidades económicas sea un factor decisivo a la hora de ponderar el estudio frente a ayudar a la familia a generar ingresos. Además, la falta de vocación y capacitación de quienes supervisan el desarrollo de los niños en el salón de clases, puede generar que los estudiantes se sientan ajenos a la educación y duden de su capacidad para entender.

Con estos datos provenientes del modelo educativo tradicional, hace sentido pensar que miles de personas encuentren en la formación en línea una opción para instruirse en algo nuevo, que les permita redireccionar su crecimiento profesional por medio de un proceso de aprendizaje que se adapta a sus propios tiempos y recursos.

Este aspecto resulta especialmente benéfico para las empresas que deseen brindar opciones de capacitación para su personal, ya que el E-learning ofrece una vasta oferta de temas y contenidos en niveles básico, intermedio y avanzado.

La industria del E-learning se apoya en materiales didácticos, videos y sesiones a la distancia, por lo que empresas del tamaño de IBM han registrado considerables beneficios: el año que cambió al modelo de aprendizaje en línea para capacitar a sus trabajadores, reportó un ahorro de 200 millones de dólares.

Así, sin importar el nivel educativo de una persona, con esta modalidad es posible seguir creciendo y hacerle cara a los desafíos del mercado laboral actual, sólo se necesita una conexión a internet. Las posibilidades que ofrece la formación en línea explican por qué es una tendencia al alza a nivel mundial, más allá de la pandemia que atravesamos, la cual también ha subrayado la importancia de seguir adquiriendo conocimiento de manera remota.

Ya sea en empresas o de manera individual, la capacitación en línea podría funcionar como vía para democratizar la educación y propiciar el aprendizaje autónomo. Además, existe una variada oferta de plataformas especializadas que cuentan con profesores y contenidos ideales para cubrir cada necesidad de estudio.

El querer aprender y mejorar la calidad de conocimientos los tenemos alcance, podemos ser mejores y tener mayores beneficios.