Cuidando los espacios de trabajo

La gestión de la seguridad y la salud forma parte de la gestión de una empresa. Las empresas deben hacer una evaluación de los riesgos para conocer cuáles son los peligros y los riesgos en sus lugares de trabajo, y adoptar medidas para controlarlos con eficacia, asegurando que dichos peligros y riesgos no causen daños a los trabajadores.

La Organización Internacional del Trabajo ha publicado unas directrices sobre el desarrollo de sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo.

Estas directrices se concibieron como un instrumento práctico de ayuda a las organizaciones (ya sean empresas, sociedades, establecimientos, compañías, instituciones o asociaciones, o una parte de ellas, públicas o privadas, declaradas o no… que tenga gestión y funciones), y a las instituciones competentes para mejorar de manera continuada la eficacia de la SST. 

La seguridad y la salud en el trabajo, incluyendo el cumplimiento de los requisitos en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) con arreglo a las legislaciones nacionales, son responsabilidad y deber del empleador. El empleador debería dar muestras de un liderazgo y compromiso firmes respecto de las actividades de SST en la organización, y adoptar las disposiciones necesarias para el establecimiento de un sistema de gestión de la SST que incluya los principales elementos de política, organización, planificación y aplicación, evaluación y acción en pro de mejoras, tal como se muestra en el gráfico.

La percepción en el incremento de los riesgos asociados al impacto del Covid-19 puede verse cuando se evalúa cuán desafiante era el trabajo antes y durante la pandemia:

Previo a marzo de 2020, el 72,80% valoraba a los riesgos como positivamente desafiantes, pero a partir del año pasado esa valoración disminuyó considerablemente para ubicarse en un 58,24%. 

Como contrapartida, la percepción negativa aumentó del 14,45% al 32,18%, duplicándose.

Al consultarse sobre las áreas de la seguridad en las que planean enfocarse las empresas en el corto plazo, las preferencias fueron las siguientes:

  • Involucrar a los empleados en la seguridad (+70%)
  • Realizar evaluaciones de riesgo (+60%)
  • Gestionar sustancias peligrosas (+30%)
  • Asegurar el compliance legal de la empresa (+30%)
  • Ejecutar programas de auditorías (+30%)
  • Implementar un software de EHS o una APP (+20%)
  • Implementar prácticas de Safety II/ Safety Differently (+10%)

Cuidar de los colaboradores es una responsabilidad de todas las empresas.

En GDI Uniformes, nos preocupamos por nuestros colaboradores, buscamos la mejor forma en la que nuestro equipo se sienta seguro dentro de las instalaciones.

Cuidamos  de nuestra familia y de su bienestar.

 

Una herramienta única capaz de proveer información

La contingencia global actual ha sacudido el modelo operativo de las empresas de diversos sectores. Esto nos enfrenta a una realidad antes impensable para muchos y para la que muchos de los negocios no habían desarrollado capacidades suficientes.

Desde una perspectiva empresarial, el impacto de la pandemia ha dejado a las compañías en distintas posiciones:

  1. Negocios que han perdido relevancia e incluso viabilidad de manera repentina
  2. Sectores con estructuras inestables y vulnerabilidades sostenibles a corto plazo, y que requieren transformarse para volver a cobrar relevancia
  3. Grupos de negocios cuya recuperación estará estrechamente ligada al restablecimiento de la economía
  4. Empresas en las que los cambios estructurales han acelerado su crecimiento

 Los sectores que prevén mayores pérdidas en 2021 son:

  1. Hotelería y turismo
  2. Outsourcing
  3. Medios de comunicación

En contraste, los que esperan tener ingresos mayores o iguales a los de 2019 son:

  1. Salud
  2. Electrónicos / software
  3. Consumo / retail.

Ante este contexto, temas como la digitalización de servicios y la automatización de procesos se escuchan más como una urgencia que como un proyecto de vanguardia.

En cualquier escenario, es relevante revisar la estrategia y los elementos esenciales del modelo a implementar, para acelerar iniciativas de transformación que permitan explotar las ventajas actuales, crear nuevas, reducir desventajas e incluso rediseñar modelos. 

La gestión de riesgos surge como una herramienta única capaz de proveer información sobre temas externos e internos y su influencia favorable o desfavorable para el negocio. Esta situación reta a los líderes de estas iniciativas, ya que deben abordarlas con enfoques de pensamiento distintos a los utilizados antes de la crisis sanitaria, con un nivel de profundidad y claridad que conduzca a crear iniciativas, reforzar las actuales, y sobre todo promover la acción coordinada en todas las capas de gestión y desde todos los pilares del negocio: estratégico, operativo, y de recursos humanos.

Para lograr dicha estrategia vale la pena analizar cómo quedó el “terreno”, los pilares que considerábamos relevantes y, sobre todo, el nivel de influencia de aspectos externos como: mercado para nuestros productos, nuevos hábitos de consumo, nuevas regulaciones, nuevos requerimientos de salud y seguridad, cadenas de abasto y fuentes de financiamiento, entre otros.

Asimismo, valdrá la pena mantener en constante monitoreo la dirección que toman las distintas zonas del modelo operativo y las cualidades a mantener y desarrollar para seguir los objetivos de la empresa. Aspectos como:   

  • La disponibilidad y calidad de recursos en la cadena de suministro
  • La capacidad de los propios procesos de producción
  • Digitalización y automatización de procesos
  • Experiencia del cliente
  • Seguridad física de infraestructura
  • Disponibilidad de recursos tecnológicos y ciberseguridad
  • Salud y seguridad del talento
  • Flexibilidad en esquemas de trabajo 

Modelos dinámicos de análisis de riesgos

Será importante estructurar modelos dinámicos de riesgos que analicen la evolución de riesgos actuales, estudien potenciales vínculos entre riesgos y el impacto que en combinación pueden tener en la organización. Modelos que incluyan como parte natural del proceso el mantenerse alerta ante riesgos emergentes; así como el análisis de oportunidades de negocio que surgen en entornos cambiantes como los que ya vivíamos y cuyo dinamismo se agudizará.

Enfoque integrado en la gestión

Que el modelo de gestión de riesgos conduzca a una dinámica de ejecución operativa integrada en todos sus elementos y en todas sus capas de gestión será relevante para lograr un mayor grado de flexibilidad en la operación, y así incrementar las posibilidades de lograr objetivos en entornos cambiantes.

 

Un programa de gestión de riesgos adecuado sería una herramienta útil para mantener el rumbo del negocio en un entorno cambiante e incierto, además de encender los motores adecuados en la ejecución de la estrategia para aprovechar ventajas estratégicas, reforzar zonas de gestión fundamentales e incluso reconfigurar el modelo operativo. En este escenario, el liderazgo del Consejo de Administración será esencial para obtener los mayores beneficios del programa.

Trabajar desde casa si funciona

El trabajo remoto, teletrabajo, trabajo a distancia o home office, como se le llama coloquialmente en México, ha cobrado un gran protagonismo en el marco de la pandemia por COVID-19 y todo parece indicar que llegó para quedarse, ya que al menos 6 de cada 10 empresa planean mantener el esquema después de la pandemia.

Tras un confinamiento más largo de lo previsto, el home office ha pasado por varias etapas. En un principio vivimos entre la incertidumbre y la euforia por las videollamadas, el uso de las nubes, la comodidad de trabajar desde casa y la seguridad de no salir de un ámbito cuidado sanitariamente. Pero, con su cotidianidad, llegaron los excesos, el cansancio por estar largas horas en pantalla, las jornadas laborales indefinidas, los problemas por fallas técnicas o la vulnerabilidad de las plataformas.

Hacer home office en México tiene un impacto diferente para cada empresa, por ejemplo:

  • El 85% de las compañías considera que se ha conservado o elevado la productividad.
  • Mientras que el 82% de los colaboradores asegura que la comunicación en el equipo de trabajo se ha mantenido o ha mejorado.
  • Sin embargo, el 56% de los colaboradores menciona que no existe equilibrio entre las actividades personales y laborales

También entre los empleados ha ganado popularidad el home office, ya que 91% adoptaría este esquema después de la pandemia si estuviera disponible.

El home office representa una revolución industrial no únicamente por sus impactos económicos, sino también por su enorme potencial para impactar a nivel socio cultural (pensemos en términos de conciliación familia y trabajo o en términos de inclusión, en un mayor acceso al mundo laboral de mujeres y de adultos mayores), a nivel ambiental (pensemos en reducción de la movilidad y sus consecuentes efectos en índices de contaminación), entre otros.

El home office es una herramienta que muchas empresas seguirán implementando, para evitar contagios y poder resguardar a sus colaboradores. Otros por su parte prefieren seguir con el método tradicional de asistir a la oficina y en ocasiones poner en práctica esta estrategia.

 En caso de GDI al inicio de la pandemia los colaboradores realizaron home office, teniendo las reuniones a través de diversas aplicaciones, todos los días estaban en contacto constante para llevar a cabo las actividades de una manera organizada y actualizada.

Conforme el semáforo epidemiológico lo permitió se fueron retomando las  actividades de forma “normal” y ocasionalmente se recurre a hacer home office esto para cuidar a los integrantes.

El impacto laboral ante COVID-19

El empleo vive una revolución, ahora acelerada por la pandemia de Covid-19. La tecnología ya amenazaba con transformar el mercado laboral, pero hoy los temores y los cambios ya se han hecho realidad.

El panorama, en términos de ocupación, no es alentador, ya que la crisis sanitaria también ha detonado una problemática económica, la cual engrosó las cifras de desempleo durante 2020.

Tan sólo entre abril y mayo del año pasado, se contabilizó la pérdida de 12,180,000 empleos formales e informales, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

A pesar de todo, los mexicanos parecen ser de los trabajadores que le pintan una buena cara al futuro. Un total de 47% de los empleados mexicanos se mostraron optimistas sobre el mercado laboral en este 2021.

DÉBIL RECUPERACIÓN

En 2021, el empleo comenzó a mostrar una recuperación algo tímida, con la creación de 47,000 puestos, en su comparación mensual de enero. 

Las empresas enfrentan hoy el reto de adaptarse a las nuevas necesidades. Un 66% de los empleadores asegura que habrá una mejora en las opciones de trabajo flexible, y 65% aumentará las opciones de trabajo en casa.

La digitalización que viven las industrias es parte de los catalizadores para generar un cambio en las remuneraciones tradicionales y atender a sus consumidores que realizan la mayor parte de sus actividades desde casa.

El principal reto para los países latinoamericanos es el desarrollo y la capacidad de inversión para digitalizar sus operaciones.

De acuerdo con datos arrojados por la encuesta de Indeed, el sector de Enseñanza (50%), Recursos Humanos (40%), Tecnologías de la Información y Comunicaciones (32%) son las industrias que mejor percepción tienen para la contratación este 2021, ya que la mayoría coincide en que los planes de contratación serán los mismos que antes de la pandemia.

Le siguen Arquitectura, Ingeniería y Construcción (20%), Artes y Cultura (29%), Finanzas (20%), Fabricación y Servicios Públicos (22%), Ventas, Medios de Comunicación y Marketing (23%).

La Atención Sanitaria tendrá una ligera caída, ya que 42% coincide en que planean contratar a un 75% de los niveles previos a Covid-19. Mientras que el Comercio Minorista, Restauración y Ocio (29%), así como Viajes y Transportes (33%) serán los que menos estarán contratando, ya que la mayoría coincide en que sólo contratarán para funciones clave.

En la nueva normalidad, las empresas pondrán énfasis en los planes de corto plazo y no en los basados en un largo periodo, debido a las condiciones de cambio y adaptación mientras dure la pandemia, con planes de contingencia para hacer frente a lo inesperado.

Tener un empleo seguro y estable será una de las prioridades para 2021 entre los trabajadores de 16 a 54 años, dice Indeed.

Para evitar el deterioro del empleo formal, habrá que entender que la recuperación del empleo no sólo viene de generar nuevos puestos de trabajo, sino empleos de calidad. Además, en el corto plazo, la recuperación estará ligada al avance de la vacunación para superar la pandemia, mientras que, en el largo y mediano plazos, la inversión será determinante para una mejoría sostenida.

México está entre la esperanza y la espera de ver la recuperación del empleo. La crisis sanitaria no ofrece casi ninguna certeza de recuperación, pero sí de la llegada de cambios irreversibles.

En GDI nos acoplamos a los cambios y buscamos lo mejor para nuestros colaboradores, brindando las herramientas necesarias para salir adelante pese a la contingencia. 

Buscamos la mejor opción para seguir laborando a distancia, implementando métodos más digitalizados y ciertas herramientas para poder mantenernos comunicados y así poder atender a nuestros clientes de una manera eficiente y segura.

Ante los retos buscamos salir adelante, apoyar a nuestros colaboradores.