El Cáncer de Mama y yo

Un día escuché «Tienes Cáncer de Mama» y apareció el miedo. Creo que la primera fase es cuando te detectan la enfermedad y te informan que tu vida va a cambiar, y te preguntas:  ¿Va a cambiar o me voy a morir?« 

Mi primera reacción fue de negaciónsentí como si hubiesen metido toda mi vida en una caja, la sacudieran con fuerza y al abrirla por el otro lado, todo hubiera cambiado 

Mi segunda fase fue la aceptación, empecé con una mastectomía seguida de 28 quimioterapias. Se me cayó el cabelloperdí el color, el hambre y el sentido del humor y con ello también un poco de fe. Constantemente pensaba, ¿qué se sentirá estar muerto? Pero eso no es lo aterrador, lo verdaderamente aterrador es lo desconocido y la falta de control, tener que enfrentar algo que no podemos cambiar. 

Desde mi punto de vista, lo verdaderamente lamentable es no tener el valor de luchar.  

Mi hija siempre fue mi principal preocupación, ¿cuál sería su reacción ante esta nueva etapa en nuestras vidasBuscando una respuesta a esta pregunta, decidí darle la vuelta a la situación. 

Gracias a esto, acepté los siguientes factores que son muy potentes: apertura total, bondad, vulnerabilidad y aceptar que, acompañada del apoyo de las personas que me quieren, mi familia, mis amigos y compañeros de trabajo, iba a impulsar mi valor de querer vivir.  

Amo la vida y hoy tengo la suerte de estar aquí contándote mi historia, porque detectamos el cáncer a tiempo. Ahora estoy fortalecida por haber vencido a este enemigo que vive dentro de nosotros, convencida que esta victoria nos prepara para otras batallas y nos hacer ser más valientes. 

Es fundamental una buena detección a tiempo, empezando ésta por nosotras mismas, autoexplorándonos unos cinco días después de la regla. También son importantes las revisiones anuales por un buen especialista. 

Todos somos responsables de nuestra salud, no debemos mantenernos pasivos esperando a que alguien lo haga por nosotros. Debemos aplicarnos en nuestro cuidado y en nuestra salud. 

El Cáncer de Mama es la principal causa de muerte en México y afecta principalmente a mujeres entre 30 y 59 años; lamentablemente ha mantenido una tendencia al alza en los últimos 16 años.  

La vida es muy valiosa; cuidemos de ella. Examínate, hazte la mastografía. 

Silvia Sánchez Rosales, Jefa de Diseño de GDI 

Mes de Rosa

El “Mes de Sensibilización del Cáncer de Mama”, se celebra en todo el mundo cada octubre, aumentando la atención y el apoyo prestados a la concientización, detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos. Con el fin de aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos de este padecimiento.

Durante este mes se invita a portar un listón o moño rosa, que es el símbolo internacional usado por personas, compañías y organizaciones que se comprometen a crear conciencia sobre el cáncer de mama y mostrar apoyo moral a las mujeres con esta enfermedad.

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres en el mundo. En México, representa la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres. En los últimos años, el número de muertes causadas por esta enfermedad ha aumentado de forma alarmante, principalmente, por el retraso en el inicio del tratamiento, ya sea por la tardanza en la búsqueda de atención médica luego de que una mujer presenta un posible síntoma de cáncer de mama, o por la demora en el sistema de salud, particularmente al dar el diagnóstico definitivo.

Existen múltiples factores relacionados con el desarrollo de esta enfermedad y la modificación de alguno ayuda a prevenirla; entre ellos se encuentran los siguientes:

  • Factores hereditarios, como el antecedente familiar de cáncer de mama, y mutaciones de los genes BRCA1, BRCA2, y TP53.
  • Factores reproductivos, como el uso prolongado de anticonceptivos orales y terapias de sustitución hormonal, el inicio de la menstruación a edad temprana, la aparición tardía de la menopausia, el primer embarazo en edad madura, el acortamiento de la lactancia materna y no tener hijos.
  • Estilos de vida, como el consumo de alcohol, el sobrepeso, la obesidad y la falta de actividad física.

La educación de la población sobre los signos y síntomas de la enfermedad, así como la autoexploración, han mostrado ser de gran utilidad para fomentar la toma de conciencia entre las mujeres en situación de riesgo y la búsqueda de atención temprana. 

Además de la información oportuna, las mujeres deben conocer sus antecedentes familiares y de salud, así como realizar una exploración mamaria, exámenes clínicos anuales (después de los 25 años) y mastografía anual (después de los 40 años).