El IMCO dio a conocer su estudio Estados #ConLupaDeGénero 2022, en el que la Ciudad de México se ubica como la entidad con mejores condiciones y Chiapas como la peor.
Ciudad de México fue la entidad mejor evaluada respecto a las condiciones para que las mujeres entren y permanezcan en el mercado laboral formal en México. En contraste, Chiapas recibió la calificación más baja, de acuerdo con el análisis Estados #ConLupaDeGénero 2022, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
«Ninguna entidad cumple con las condiciones óptimas, sin embargo es un parámetro para saber qué tenemos que mejorar», dijo Valeria Moy, directora del IMCO, durante la presentación del informe.
Los estados obtuvieron 43 de 100 puntos, en promedio, en la evaluación de 18 indicadores que miden las condiciones laborales para las mujeres. Lo que quiere decir que sólo 3.4% de la población en México trabaja en lugares que ofrecen condiciones más igualitarias contempladas en la norma mexicana en igualdad laboral y no discriminación (N0M 025).
Luego de Ciudad de México, las entidades mejor evaluadas fueron Baja California Sur, Baja California, Colima y Nuevo León, con base en tres criterios clave:
- La brecha entre el tiempo que le dedican mujeres y hombres a labores no remuneradas es menor. En promedio se encuentra en 68%, en contrastre con 72% de las entidades peor calificadas que son, en orden de mejor a peor, Hidalgo, Guanajuato, Veracruz, Tlaxcala y Chiapas.
- Tienen una mejor preparación para el talento femenino, pues al menos la mitad de las mujeres con 18 años o más cuentan con estudios de educación media superior, en comparación con el 41% del promedio nacional.
- Más mujeres están ocupadas en la formalidad, lo que deja un espacio de 43% en la informalidad a diferencia del 55% a nivel nacional.
Que estas entidades tiendan a mostrar menor desigualdad al interior del hogar es el mayor factor que incide en que las mujeres tengan una mayor y mejor participación en el mercado, según Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del IMCO.
En el caso de las entidades peor evaluadas, destacan condiciones como mayor tasa en el índice de embarazos adolescentes, mayor tiempo dedicado a labores no remuneradas y la menor existencia de estancias de cuidado para infantes, adultos mayores o personas con discapacidad.
«El tiempo es el recurso más escaso y si las mujeres tienen que aportar más horas en actividades que no se pagan, no van a poder ofrecerlo en donde sí», dijo Masse.
Además, señala que la oferta de empleos no tiene sueldos que cubran un estándar digno y seguro de vida ni alternativas de cuidados para que las mujeres permanezcan en trabajo en distintos puntos de su vida, por ejemplo cuando hay cambios personales como un matrimonio o la formación de una familia.
De acuerdo con Valeria Moy, el mayor reto que tienen las entidades es generar incentivos para mejorar las condiciones laborales para las mujeres; es decir, ofrecer mayores ingresos, impulsar una mayor participación de mujeres en puestos de liderazgo e implementar políticas de flexibilidad que sean compatibles con las múltiples responsabilidades que ellas asumen.
Por su parte, Fátima Masse recomienda acciones concretas, como la consolidación de un Sistema Nacional de Cuidados en coordinación con distintas dependencias públicas y a nivel local, estatal y federal. De esa forma, explica, las entidades tendrían facultades de financiamiento y legislación de un registro estatal de cuidados.
«El sistema debe operar con capacidad y presupuesto suficiente para permitir que más mujeres tengan tiempo disponible para trabajar», dijo.
Respecto al sector privado, recomiendó generar incentivos fiscales para que las empresas implementen políticas de balance entre vida personal y trabajo para empleadas y empleados.
FUENTE: EXPANSIÓN MUJERES