Mujeres empoderadas en el ámbito profesional

Una mujer con empoderamiento económico es, por definición, una mujer fuerte. Sin embargo, vivir el viaje empoderado es un gran desafío.

El libro Women Entrepreneurs in Emerging Markets: Managing Performance within Ecosistems, se enfoca en las perspectivas sociales del espíritu empresarial de las mujeres, el modelo empresarial basado en multitudes, perspectivas económicas asociadas con las expectativas de calidad de vida y el equilibrio entre la vida laboral y personal.

Se ha notado que el entorno empresarial está cambiando constantemente y la creciente conciencia sobre la igualdad de género, el camino de las mujeres emprendedoras se mueve a través de cuatro etapas del proceso empresarial:

  • Motivación
  • Exploración de oportunidades
  • Adquisición de recursos
  • Orientación al mercado

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Estas etapas son los factores influyentes, creación conjunta del lugar del trabajo, el entorno familiar y preocupaciones de género de la sociedad. El entorno social y el contexto cultural, tienen un papel importante en la exploración y el reconocimiento de oportunidades entre las mujeres empresarias, ya que las criticas y ambiciones personales, constantemente son barreras para el desempeño empresarial en el entorno social. La condición social de las mujeres en diversos entornos socio culturales afectan las motivaciones empresariales y la adquisición de recursos para administrar empresas en la etapa inicial y escalar negocios.

Este libro contribuye a cerrar ciclos de género, permite que se incremente el número de mujeres en altos cargos, busca sensibilizar a todo el ecosistema de emprendimiento y replantear el cómo se han hecho las cosas hasta el momento, por lo tanto, influirá de manera positiva en la participación de la comunidad del emprendimiento y ayudará a que más mujeres logren escalar sus empresas y que inversionistas puedan apostar cada vez más por empresas encabezadas por mujeres.

Fuente: Anáhuac México

 

La competencia con sostenibilidad

La sostenibilidad empresarial siempre ha estado en el centro de toda actividad económica. Durante mucho tiempo, una de sus patas, la sostenibilidad económica, fue la más importante. En la última década, sin embargo, la sostenibilidad social y la medioambiental han ganado peso hasta convertirse en un elemento central de cada vez más organizaciones.

Ante los retos ambientales y sociales que afrontamos como sociedad, la sostenibilidad es la respuesta adecuada y la única forma de asegurar que una actividad empresarial pueda sostenerse a largo plazo. Pero, además, la sostenibilidad empresarial es hoy un valor con el que diferenciarse de la competencia y, cada vez más, un elemento clave en las estrategias de las organizaciones.

Empresas con desarrollo sostenible: un valor diferenciado

“Debemos la mayor parte del progreso social del pasado al espíritu empresarial y a la capacidad de crear riqueza mediante nuevos modelos comerciales innovadores. Pero debemos repensar qué entendemos por capital y por sus impactos, ya sean financieros, ambientales, sociales o humanos”. Estas palabras del presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, resonaron con fuerza hace ahora un año, en pleno pico global de la pandemia por COVID-19.

Para el Foro, las empresas que busquen la sostenibilidad deberán perseguirla tanto a través de las llamadas métricas ESG (siglas en inglés que hacen referencia al desempeño medioambiental y social y la gobernanza de las organizaciones) o los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) fijados por las Naciones Unidas en su Agenda 2030.

Las primeras han ido evolucionando con el tiempo para responder a las demandas de la sociedad. El desempeño medioambiental de una empresa mide hoy sus esfuerzos por frenar la degradación del planeta, reducir las emisiones de gases que provocan el cambio climático y regenerar el entorno. Mientras, el social mide las acciones destinadas a aumentar la igualdad y respetar la diversidad, así como acabar con la pobreza.

En cuanto a los ODS de la ONU, la sostenibilidad empresarial pasa por perseguir todos y cada uno de ellos, pero priorizando aquellos que más encajen con la actividad económica que se desempeñe. Para el Foro Económico Mundial, sin embargo, hay dos que deben estar siempre en un lugar destacado:

  • ODS 9: Industria, innovación e infraestructura. Es decir, promover la industrialización inclusiva y sostenible, mejorar las infraestructuras, modernizar la industria y mejorar el acceso a financiación sostenible para todas las empresas.
  • ODS 12: Producción y consumo responsables. Este objetivo agrupo todo lo que tiene que ver con la gestión sostenible y un uso eficiente de los recursos y reducir todos los desechos, así como ser transparente con la información sobre sostenibilidad.

Ejemplos de empresas sostenibles

Cada vez hay más empresas que han hecho bandera de la sostenibilidad medioambiental y la han convertido en su valor diferencial, cumpliendo así con su compromiso con la sociedad y atendiendo las demandas de un consumidor más concienciado. Pero, ¿cómo conseguirlo? Estos son algunos ejemplos:

  • Apostar por la circularidad. Las empresas del sector alimentario, entre muchas otras, se enfrentan a la necesidad de reducir sus residuos cuando han construido buena parte de su negocio sobre los envases plásticos de un solo uso. Mejorar la recogida y el reciclaje, desarrollar materiales biodegradables o disminuir la necesidad del uso de envases son algunas de las acciones que están implementando.
  • Mejorar la sostenibilidad de la producción. Las empresas del sector de la moda, entre otras industrias, hacen un uso intensivo de recursos como el agua, la tierra (para cultivar fibras vegetales) o los productos químicos. Encontrar formas de ser más eficiente en todos los eslabones de la cadena productiva conllevará importantes ahorros y reforzará el compromiso de la empresa con la sostenibilidad.
  • Reducir emisiones. La lucha contra el cambio climático es hoy una prioridad para casi todos los gobiernos del planeta. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, asociados al transporte o al consumo energético, entre otros factores, debe ser también prioritario para las empresas sostenibles.

Mes de Rosa

El “Mes de Sensibilización del Cáncer de Mama”, se celebra en todo el mundo cada octubre, aumentando la atención y el apoyo prestados a la concientización, detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos. Con el fin de aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos de este padecimiento.

Durante este mes se invita a portar un listón o moño rosa, que es el símbolo internacional usado por personas, compañías y organizaciones que se comprometen a crear conciencia sobre el cáncer de mama y mostrar apoyo moral a las mujeres con esta enfermedad.

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres en el mundo. En México, representa la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres. En los últimos años, el número de muertes causadas por esta enfermedad ha aumentado de forma alarmante, principalmente, por el retraso en el inicio del tratamiento, ya sea por la tardanza en la búsqueda de atención médica luego de que una mujer presenta un posible síntoma de cáncer de mama, o por la demora en el sistema de salud, particularmente al dar el diagnóstico definitivo.

Existen múltiples factores relacionados con el desarrollo de esta enfermedad y la modificación de alguno ayuda a prevenirla; entre ellos se encuentran los siguientes:

  • Factores hereditarios, como el antecedente familiar de cáncer de mama, y mutaciones de los genes BRCA1, BRCA2, y TP53.
  • Factores reproductivos, como el uso prolongado de anticonceptivos orales y terapias de sustitución hormonal, el inicio de la menstruación a edad temprana, la aparición tardía de la menopausia, el primer embarazo en edad madura, el acortamiento de la lactancia materna y no tener hijos.
  • Estilos de vida, como el consumo de alcohol, el sobrepeso, la obesidad y la falta de actividad física.

La educación de la población sobre los signos y síntomas de la enfermedad, así como la autoexploración, han mostrado ser de gran utilidad para fomentar la toma de conciencia entre las mujeres en situación de riesgo y la búsqueda de atención temprana. 

Además de la información oportuna, las mujeres deben conocer sus antecedentes familiares y de salud, así como realizar una exploración mamaria, exámenes clínicos anuales (después de los 25 años) y mastografía anual (después de los 40 años).